El momento que dedicamos las y los docentes a seleccionar qué leer junto a las y los estudiantes es clave. Es un momento en el que ejercemos un poder pedagógico y poético. Es una gran responsabilidad nuestro rol como seleccionadores ya que, para la inmensa mayoría de los niños, niñas y jóvenes, la literatura que conozcan en la escuela será decisiva en sus accesos a bienes culturales que amplíen sus horizontes culturales.

Por lo tanto, les sugerimos dos criterios transversales a cada año lectivo: la diversidad y la calidad.

• Es necesario analizar lo que hemos seleccionado y aplicar el criterio de diversidad en géneros, autores, estéticas, poéticas.

• Será clave también que atendamos a la calidad como requisito. Que sean universos ficcionales imprevisibles, que simbolicen, representen, cuestionen, digan de otro modo.

En las siguientes Agendas de Lectura Literaria, propuestas para la Educación Inicial, Primaria o Secundaria, hemos aplicado ambos criterios y a su vez les proponemos atender a los temas que se abordan, se construyen, en cada universo ficcional. Partir de los sentidos nos propicia atender a la lectura como experiencia y no a la literatura como objeto a analizar, describir, enfoque histórico-literario que desdibuja las interpretaciones de las y los estudiantes, la polisemia literaria, inherente a su condición de arte en palabras. Desde este enfoque sociocultural, seleccionamos obras literarias en función de las trayectorias lectoras de los estudiantes en particular y planificamos conversaciones literarias que propicien interpretaciones que nos permitan volver a los textos, escucharnos en comunidad de lectores, continuar con la lectura de otras obras.

¿Cómo planificar una conversación literaria, en torno a experiencias estéticas? Les proponemos leer este cuadernillo: